El penalista no solo enfoca su interés académico en el derecho penal formal y la dogmática penal, sino que va más allá estudiando otras ramas jurídicas que se interrelacionan y se encuentran vinculadas necesariamente al fenómeno criminal, como el derecho procesal penal y el derecho constitucional, las cuales se constituyen como sus bases fundamentales. Del mismo modo, y con miras ya no solo a interpretar y aplicar el derecho vigente, sino a transformarlo y generando propuestas de reforma legislativa, el penalista añade a su bagaje intelectual tanto a la criminología y la política criminal para comprender las causas del delito y los posibles mecanismos a implementarse para su control, prevención, juzgamiento y sanción.
Fecha: 27 de mayo de 2024