Al referirnos a la indemnidad sexual, nos adentramos en una categoría específica de delitos cuyo sujeto pasivo son menores de edad (14 años o menos) o personas incapaces. Estas personas, debido a su falta de madurez o capacidad física y mental, no están en condiciones de ejercer plenamente su libertad sexual, lo que las convierte en sujetos de especial protección en el ámbito penal. El concepto de indemnidad sexual se fundamenta en la idea de que los menores y personas incapaces no cuentan con las herramientas emocionales, psicológicas o cognitivas necesarias para comprender, consentir o decidir sobre conductas de índole sexual. Este enfoque busca resguardar su integridad frente a situaciones que podrían comprometer su sano desarrollo, tanto físico como emocional y psicológico.